CURSO DE SHAKTI
Shakti es el polo opuesto del principio masculino, llamado Shiva. Shiva y Shakti, o Conciencia y Energía, juntos forman la pareja cósmica universal. Se consideran inseparables, al igual que "el fuego y su poder para quemar".
En términos humanos, la proyección de estos arquetipos universales son el hombre y la mujer, respectivamente. Toda mujer tiene pues acceso, en mayor o menor medida, a esta Energía Femenina Universal, o Shakti. Esta es la fuente misma de donde, además, deriva su poder creativo efectivo. Cuanto más abierta está una mujer a esta energía misteriosa, más consciente es de ella, más capaz es de manifestarla a su alrededor - en beneficio de los demás, más mujer es, o, en otras palabras, tiene más "despierto" o energizado "el estado de Shakti".
Aunque la mayoría de los procesos y técnicas yóguicas de transformación espiritual están dirigidos a hombres y mujeres por igual, también existen métodos o enfoques específicos que abordan cada género. Para las mujeres es importante ante todo comprender y aceptar su naturaleza femenina. Abrazar sin reservas la propia feminidad y amplificar al máximo sus cualidades femeninas: sensibilidad, empatía, afectividad, dulzura, amor, armonía, compasión, refinamiento estético, etc.
Dentro de los grupos esotéricos de Shakti, las mujeres tienen la oportunidad de descubrir tanto los pequeños secretos de la feminidad como los grandes misterios del Eterno Femenino. El grupo está coordinado por una mujer iniciada que ya ha despertado el estado de Shakti en su ser. Además, el simple encuentro de varias mujeres para relajarse, disfrutar, compartir sus experiencias, estudiar y transformarse juntas crea una sinergia beneficiosa, con el propósito de ayudar enormemente a cada una de ellas. Ya sea que estén charlando, meditando, bailando, realizando técnicas de yoga o aprendiendo sobre los secretos de la feminidad, todas y cada una se beneficiarán del apoyo y el aliento que sólo un grupo esotérico de Shakti puede brindar.
En tal ambiente, desprovisto de la competencia específica de la naturaleza masculina, la solidaridad, la amistad y la ayuda mutua florecen espontáneamente. Los miedos, las inhibiciones, la falta de confianza en uno mismo se desvanecen. El éxito en la mejora de una de las participantes, desde la imágen o actitud externa hasta las emociones beneficiosas o las revelaciones espirituales, se vuelve de todas, a través de la asimilación y el reflejo que es específico de la naturaleza femenina.
En cualquier mujer hay, al menos potencialmente, múltiples cualidades: entrega, desinterés, devoción, junto con transfiguración, coraje e incluso heroísmo. Merita desarrollar todos estos aspectos, a veces insospechados, de nuestro ser, aprovechar todo nuestro potencial y disfrutar de nuestra propia feminidad. Y la forma más fácil, rápida y agradable de hacerlo es dentro de un grupo esotérico de Shakti.